miércoles, 6 de julio de 2016

Buenos Muchachos (Goodfellas, 1990), de Martin Scorsese


Ficha técnica: 
Título: "Goodfellas" (en español: "Buenos muchachos" o "Uno de los nuestros")
Año: 1990
Director: Martin Scorsese
Guion: Nocholas Pileggi (autor de la novela en la que se basa) y Martin Scorsese
Fotografía: Michael Ballhaus
Protagonistas: Ray Liotta, Robert De Niro, Joe Pesci, Lorraine Bracco. 

Con “Goodfellas” se puede decir que Martin Scorsese inventó un nuevo cine. No solamente es su obra más personal, más minuciosa, más perfecta, sino que también significa un nuevo salto en el arte del cinematógrafo. Tengo la seguridad de que muchas películas que vieron la luz después de 1990 no serían posibles sin la existencia de esta gran obra maestra, o al menos no de la manera como son. Scorsese venía ensayando modelos narrativos desde sus primeros films, y lo más notable que había logrado habían sido las maravillosas “Toro Salvaje” y “Taxi Driver”, que habían extendido el respeto hacia el director por todo el mundo.
            Creo que desde “El padrino” el cine no había visto mejor película de gánsteres. Y creo que ella firmó un antes y un después en este género tan tradicional. Ha tenido una influencia enorme en el cine moderno, incluso en el de su mismo director. Creo firmemente, por ejemplo, que “El lobo de Wall Street” extrae muchos elementos concebidos y desarrollados en “Goodfellas”.

            Discutamos un poco su contenido y sus virtudes:
Tiene un comienzo in media res, donde los “buenos muchachos” están liquidando a otro mafioso que no se sabe quién es. Inmediatamente nos llevan al pasado casi infantil del protagonista de la historia, Henry Hill, interpretado por Ray Liotta (reconozco en él un arquetipo de personaje de Scorsese, que será muy recurrido en años posteriores, interpretado principalmente por Leonardo DiCaprio). A partir de entonces vamos entrando en un mundo cada vez más oscuro, con una atmósfera cada vez más violenta, mientras el protagonista crece y se vuelve gánster profesional.
El film basa su narrativa en el coloquio y en dos narradores internos, que llevan una historia de treinta años, que se digiere con naturalidad y placer. La cotidianidad de los bajos mundos, de la “ciudad oculta”, inunda las escenas y contiene a estos hombres que gestionan constantemente el dinero o el asesinato de alguien. El retrato de la vida del gánster nunca me pareció mejor logrado; no sólo vivimos el tumulto y la oscuridad del negocio, las maldiciones y las amenazas, sino que también tenemos varios acercamientos al entorno familiar de estos tipos, cosa no tan natural en este tipo de películas. Me parece que el personaje más interesante del film es la esposa de Henry Hill, “una mujer notable”, excelentemente interpretado por la actriz Lorraine Bracco. La cinta posee un ritmo lento, sin perder consistencia. Jamás resulta aburrido al espectador. La fotografía y el guion vuelven verosímiles situaciones dignas de una comedia barata. La imprevisibilidad de los sucesos marca toda la obra y la hace más exquisita. El guion es contundente, efectivo, simpático con lo que vemos en la pantalla. Las actuaciones son todas muy buenas, especialmente las de los viejos conocidos, asiduos del director (Robert De Niro, Joe Pesci). Otros aspectos a remarcar son la caracterización de los escenarios y las vestiduras de época que acompañan al desarrollo de la trama de manera formidable, y la música tan bien escogida para cada momento. Se trata de otra película con gran armonía de elementos, donde todo encaja, donde la precisión es máxima y el resultado neto es de un valor artístico inconmensurable.
            Algo que es notable y que creo que se ha perdido un poco en los últimos films del director, es que aquí como en ningún otro caso se siente la presencia de un autor. Claramente es una obra personal; aquí culmina el trabajo de muchos años, aquí se revela un estilo, aquí despierta todo el genio de Scorsese. Y tengo la sensación de que su obra posterior gira en torno a ella, bebe de sus virtudes y a veces parece que la imita. No es (por ahora) mi película favorita del que considero mejor director del cine moderno vivo; una especia de nostalgia, o amor por el viejo cine, o yo que sé, hace que me incline por “Taxi Driver”. Sí me animo a declarar que “Goodfellas” es su obra más influyente, tal vez incluso la más perfecta y también la más scorsesiana.
Nota: 12/12