Como este blog está destinado a
plasmar las opiniones de sus autores sobre diversos temas sobre el arte en
general, pero centrándose en la música, la literatura y el cine, quería
dejarles a ustedes, estimados lectores, en relación al tema música, una pequeña
lista. Tal vez muchos de ustedes no se encuentran tan familiarizados con la
música clásica como quisieran, y simplemente no saben por dónde empezar. Pues
bien, ¡esta lista está hecha para ustedes!
He seleccionado cinco movimientos de
sinfonías, que considero como los más accesibles, basado en mi experiencia como
oyente. Para aquellos que no lo sepan, una sinfonía es una obra compuesta para
orquesta, cuya duración es variable, existiendo sinfonías que duran apenas
catorce minutos, y otras que llegan a durar más de una hora y media. Las
sinfonías se dividen en partes llamadas “movimientos”: la tradición clásica de
la sinfonía establece cuatro movimientos, pero esto puede variar (la Sinfonía
n° 14 de Dimitri Shostakovich posee once movimientos). Entre cada movimiento,
la orquesta hace una pequeña pausa. Estos movimientos se nombran según el
“aire” de los mismos, refiriéndonos con esta palabra al carácter y la velocidad
de la pieza: Allegro (rápido), Presto (muy rápido), Adagio (lento), Vivace
(vivo), etc.
Cada uno de los movimientos tiene su
propia estructura interna, y la combinación de los mismos es la que forma la
estructura de la sinfonía: la coherencia de los movimientos entre sí es lo que
le otorga unidad a toda la obra. Refiriéndonos a un aspecto puramente armónico,
esta unidad está relacionada con las tonalidades (Do Mayor, Sol menor, etc.) de
los movimientos: por lo general, el primer y último movimiento tienen la misma
tonalidad, y aunque no lo tengan, la sinfonía se nombra según la tonalidad del
primer movimiento. Pongamos un ejemplo: la Sexta Sinfonía de Beethoven, en Fa
Mayor, también llamada “Sinfonía Pastoral”, está estructura en cinco
movimientos, con la particularidad de que no hay interrupciones o pausa entre
los últimos tres.
Pero bien, ya han sido demasiados
aspectos técnicos, y no es necesario ahondar en ninguno de ellos en este primer
artículo sobre música. Ahora bien, es preciso decir que se ha juzgado la
accesibilidad de las obras que integran esta lista en base a qué tan
disfrutables pueden ser para un oído no tan entrenado en música clásica:
melodías pegadizas, aparición en la cultura popular, complejidad no muy elevada
en el desarrollo, duración, etc. En fin, he aquí la lista.
1.
Quinta
Sinfonía (Do menor), Ludwig Van Beethoven (1770-1827), 1er. Movimiento.
Esta pieza es uno de los clásicos más
populares que existen. Ha sido ampliamente utilizada en cine, televisión y
medios audiovisuales en general. El comienzo de esta sinfonía es simplemente
icónico: dos grupos de cuatro notas, las primeras tres que se repiten
rápidamente y luego se descansan sobre la cuarta, “El destino que llama a la
puerta”. Con poco más de siete minutos de duración, es buen comienzo para quien
quiera adentrarse en el mundo sinfónico.
2.
Sinfonía
n° 40 (Sol menor), Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), 1er. Movimiento.
Comparte los dos primeros enunciados del primero de la lista: es también una obra icónica. Poseedora de una melodía que pareciera arrastrarnos y envolvernos, este primer movimiento está repleto de momentos emocionantes. Uno de ellos especialmente, cerca de la mitad (minuto 4:18 del video), en lo que se conoce como “desarrollo”, donde el tema que escuchamos al principio ahora va pasando por graves y agudos (violonchelos y violines), a medida que cambia de tonalidad, para volver a la que ya conocemos. En esta penúltima sinfonía, uno puede estar seguro de por qué Mozart es uno de los compositores más importantes de la historia de la música.
Comparte los dos primeros enunciados del primero de la lista: es también una obra icónica. Poseedora de una melodía que pareciera arrastrarnos y envolvernos, este primer movimiento está repleto de momentos emocionantes. Uno de ellos especialmente, cerca de la mitad (minuto 4:18 del video), en lo que se conoce como “desarrollo”, donde el tema que escuchamos al principio ahora va pasando por graves y agudos (violonchelos y violines), a medida que cambia de tonalidad, para volver a la que ya conocemos. En esta penúltima sinfonía, uno puede estar seguro de por qué Mozart es uno de los compositores más importantes de la historia de la música.
3.
Sinfonía
n° 101 (Re Mayor), “El reloj”, Joseph Haydn (1732-1809), 2do. Movimiento.
Naturalmente, el “Padre de la sinfonía” no
podía faltar en este listado. Como se puede ver por el número de la sinfonía,
Haydn compuso más de cien, y por esta razón su aporte al género es más que
fundamental, siendo sus sinfonías las que definirían la sinfonía clásica. El
humor siempre está presente en la música de Haydn, es el caso de la “Sinfonía
Sorpresa”, y también de esta, “El reloj”, que toma su nombre de este 2do.
Movimiento, donde algunos instrumentos imitan casi permanentemente el tic-tac
de un reloj. De melodía pegadiza y cargado también de momentos emocionantes, el
que comienza en el minuto 2:58 del video es uno de mis favoritos.
4.
Sinfonía
en Do mayor, Georges Bizet (1838-1875), 1er. Movimiento.
Bizet, el autor de la famosísima ópera “Carmen”, es también el autor de esta obra maestra del género sinfónico, que compusiera como un trabajo para sus estudios de composición. Toda la sinfonía está repleta de melodías sumamente pegadizas (se sorprenderán dentro de pronto tarareándolas o silbándolas), entretenidas y hasta graciosas, en el mismo sentido de humor musical que se puede apreciar en Haydn. Si bien perteneciente al período Romántico, Bizet creó una perfecta sinfonía clásica en cuanto a la forma. En el link que les dejo está la sinfonía completa: el 1er. Movimiento termina en el minuto 10:50, pero si sienten la tentación de seguir escuchando, no se arrepentirán.
https://www.youtube.com/watch?v=-xk7TVPyboY
https://www.youtube.com/watch?v=-xk7TVPyboY
5.
Sinfonía
n° 1 (Do Mayor), “Clásica”, Serguei Prokofiev (1891-1953)
Escrita entre 1916 y 1917, es una de las
sinfonías de más corta duración que haya compuesto, cuya interpretación dura
por lo general cerca de catorce minutos. Por este motivo, en lugar de sugerir
sólo el 1er. Movimiento de la misma, les sugerimos que escuchen toda la
Sinfonía. Su nombre, “Clásica”, proviene de que Prokofiev haya afirmado que
creía que el estilo que empleó sería el que hubiera utilizado Haydn si
estuviera vivo a principios del siglo XX. Esta obra también está repleta de
humor musical, y aunque Prokofiev haya querido, de alguna manera, imitar a Haydn,
o adaptarlo, esta obra tiene la marca del particular estilo de Prokofiev, y se
ha convertido en una de sus obras más conocidas y solicitadas.
Escrito por Dardo Andrés Arbiza
No hay comentarios.:
Publicar un comentario